En el centro de Segurilla se asentara un mercado ibero-romano con artesanía, alimentación, mercaderías, etc. Las ciudades romanas eran verdaderos mercados vivientes, centros de comercio donde los campesinos acudían a vender sus productos y donde ciudadanos y viajeros podían adquirir todo lo que necesitaban y esa época es la que se recreará en Segurilla.