La teniente de alcalde del Ayuntamiento de Benabarre, Yolanda Castelló, ha confirmado la suspensión de la Fira de San Medardo de Benabarre que se iba a celebrar los próximos 30 y 31 de mayo. Este certamen, de origen medieval y recuperado por los comerciantes locales en 1990 tras haberse perdido unas décadas antes, es siempre preámbulo de unas fiestas patronales de la villa ribagorzana que se celebran inmediatamente después y que ahora se encuentran seriamente amenazadas por la crisis sanitaria provocada por el covid-19.
“Lo de la suspensión de la Fira por culpa del coronavirus era algo que parecía más que evidente desde hace ya varias semanas por la situación de cuarentena que estamos viviendo y, aún en el caso de que ésta se levante días antes de la fecha prevista para la feria, por su propia estructura ya que se celebra en un recinto cerrado y es imposible que se puedan dar unas condiciones mínimas de seguridad y de distancia entre los asistentes”, señala Castelló, entristecida por esta suspensión -“máxime de una edición en la que seguíamos apostando por el fomento de los circuitos cortos de comercialización y en la que había previstas varias sorpresas y novedades”- pero consciente de que «lo primero es lo primero y es fundamental primar la seguridad ciudadana y el control del virus».
La suspensión de la Fira supone un toque de atención sobre lo que puede pasar con las posteriores fiestas patronales, los primeros grandes festejos del ciclo ribagorzano. “Tenemos pleno el miércoles y veremos qué va a pasar con las fiestas y cómo y qué actos se pueden celebrar y en qué condiciones, algo que estamos debatiendo en las comisiones previas que estamos celebrando estos días y en las que se están poniendo encima de la mesa diversas ideas”, reconoce Castelló.